Lista Robinson. ¿Quién no ha recibido justo en plena siesta la llamada de un operador de telefonía ofreciéndole sus maravillosos servicios de televisión de pago o de millones de megas tirados de precio? ¿O esas tarjetas VISA sin cambiar de banco?
El marketing, sea por la vía que sea (telefónica, mailing clásico, sms…) atenta día a día contra la privacidad de todos. En la mayoría de los casos, ni tan siquiera sabemos de dónde han podido sacar nuestros datos personales, que cada vez son más públicos…
Derechos del usuario
Poca gente sabe que puede exigir al teleoperador que le informe sobre la procedencia de los datos, de dónde ha conseguido su teléfono, teniendo éste el deber de comunicárselo. En caso de no hacerlo, estaría incumpliendo la normativa vigente en materia de Protección de Datos, con lo que sería un hecho denunciable.
Como los teleoperadores suelen trabajar para grandes Call Centers de marketing directo, están más que versados en las posibles preguntas con las que Ud. le puede bombardear:
¿De dónde ha sacado mis datos?: «de fuentes públicas«
No me interesa: «no puede perder esta oportunidad exclusiva para Ud.»
y un larguísimo etcétera.
Marco jurídico
La normativa vigente con carácter general viene recogida en la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD) 15/1999, de 13 de diciembre, y en el Real Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre. Su objetivo principal es garantizar y proteger, en lo que concierne al tratamiento de datos personales, las libertades públicas y los derechos fundamentales de las personas físicas, mediante el establecimiento de una serie de obligaciones para cualquier entidad pública o privada que realice tratamientos de datos de carácter personal, así como, la puesta a disposición del afectado o interesado de las herramientas necesarias para la protección de su derecho.
Cómo borrar mis datos y evitar molestias
La Lista Robinson es un servicio de exclusión publicitaria gestionado por la Asociación Española de la Economía Digital , creado conforme a lo previsto en la normativa sobre Protección de Datos. En ella se pueden incluir personas físicas y jurídicas, con datos personales como nombre, dirección, teléfonos -fijo y móvil-, direcciones de email y fax.
Si bien hay que tener muy en cuenta que se trata de un organismo privado que exige un pago por acceder y consultar la lista, no es menos cierto que funcionar, funciona, y como prueba un botón: esta noche, cuando reciba la llamada de turno, nada más descolgar dígale que cómo es posible que le esté llamando cuando Ud. está inscrito en la Lista Robinson. Si el teleoperador tarda más de 1 minuto en colgar, nosotros pagamos una ronda. Olvídese de llamadas intempestivas, de sms de publicidad y de cartas con comunicaciones comerciales.
Ahora bien, un detalle importante. Recomendamos inscribirse en la Lista Robinson si el objetivo que persigue es que le dejen de acosar por teléfono o carta convencional, pero NUNCA si lo que quiere evitar es que llenen su correo electrónico de emails no deseados (SPAM). Para no alargarnos en exceso y antes de explicárles cómo inscribirse, les remitimos a un simpático artículo-trampa que tendieron al listado: en bandaancha.eu crearon una cuenta de correo electrónico específicamente para introducirla en la Lista Robinson y esperar resultados. Es digno de ser leído (leer artículo «Poniendo a prueba la Lista Robinson«).
Cómo inscribirse en la Lista Robinson
Datos de menores de 14 años
Al ser menor de edad el sujeto en cuestión, se solicitan al unísono los datos de éste y de una persona mayor de edad con poder suficiente para ejecutar el formulario (padre, madre o tutor legal). En este y en todos los casos siguientes, habrá que introducir un número de identificación para posteriores consultas a su registro personal (algo así como una contraseña).
Datos de mayores de 14 años
Es el más clásico y sencillo de todos. Al igual que el modelo anterior, deberá ingresar un número de identificación.
Datos de personas fallecidas
Como en el caso de los menores, se solicitan los datos del fallecido y los de su representante legal.
Una vez seguidos todos los pasos, ahora sólo queda armarse de paciencia y cruzar los dedos y si aún así insisten en agobiarle con comunicados comerciales, recurra directamente ante la Agencia de Protección de Datos para efectuar la correspondiente denuncia. ¡Mucha suerte!